Alcoholímetro

Desde hace unos meses nos hemos enterado por vecinos y por twitter de la extorsión que han sufrido varios conductores al ser detenidos en el Alcoholímetro.


La denuncia se refiere que al ser detenidos por el alcoholímetro, los niveles de alcohol que registra el test en la sangre son mucho mayores, lo que da pie a que los servidores públicos extorsionen para no ser remetidos al «torito». Ofrecen llevarlos a los cajeros automáticos para sacar la cantidad que los mismos policías determinan.


La Secretaria de Seguridad Ciudadana debería retomar las propuestas de otras organizaciones para evitar cualquier puerta a la corrupción en los operativos de fin de semana.


Reforma

Amenaza corrupción un programa eficiente

Ulises León

Cd. de México  (13 diciembre 2019).- El programa Conduce Sin Alcohol, uno de los más eficientes de la Ciudad en materia de salud pública y en el cambio de hábitos de los conductores, ahora se ve amenazado por la corrupción.

De acuerdo con el INEGI, en 2002, un año antes de su implementación, había en la Ciudad 957 accidentes de tránsito relacionados con el consumo de alcohol por parte del conductor; en 2003 bajó a 583 y la cifra más baja se registró en 2017, donde sólo hubo 92 incidentes.

En cuanto al número de infractores, las estadísticas de la Consejería Jurídica muestran un crecimiento en los primeros años y después una caída.

En 2003, mil 196 personas pisaron el Torito, 25 mil 46 en 2010 y nueve mil 182 en lo que va de 2019.

El Programa, en sus primeros años, encontró resistencia legal, hasta que en junio de 2007 la Segunda Sala de la Suprema Corte declaró constitucional la detención inconmutable.

En una encuesta realizada por REFORMA en septiembre de 2010, 86 por ciento calificaron el programa con una buena opinión y el 98 por ciento aseguró nunca haber tenido que dar dinero.

La imagen de incorruptibilidad se reforzaba cada que personajes públicos subían a la patrulla y de poco servía que apelaran a su fuero o reputación.

Sin embargo, el pasado sábado 7 de diciembre en Avenida Loma de la Palma, en Cuajimalpa, a decir de una fuente anónima tres automovilistas pagaron mil pesos cada uno para librar un retén.

Cuestionado sobre qué pudo corromper el Alcoholímetro, Ricardo Alvarado, de Mexicanos Contra la Corrupción, refirió que puede tratarse de modificaciones en su operatividad.

«Si fuéramos (a un alcoholímetro) muy probablemente lo que encontraríamos es que ya no había las personas que había cuando el programa empezó; hace mucho años, el programa empezó con la participación de un montón de personas».

«Lo que lo hacía incorruptible era eso. Hay tres grandes cosas que pueden volver a una decisión pública un acto de corrupción, y una de ellas es el monopolio de la decisión. Si algo sólo depende de que una persona lo decida, es más probable que caiga en un caso de corrupción que si se toma entre muchos», dijo Alvarado.

El 30 de agosto de 2017, en la Gaceta Oficial se publicó el Protocolo de Actuación Policial del Programa Conduce Sin Alcohol que, a diferencia de los decretos de 2003 y 2006, descartó la participación de la Dirección Ejecutiva de Derechos Humanos de la entonces Secretaría de Seguridad Pública y de los becarios del Instituto Técnico de Formación Policial.

«Es muy probable que sea algo propio de la administración pasada y que arrastramos a ésta; porque lo que pudo pasar es que dejó de ser un programa prioritario de esa administración», acotó el experto.

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