Cada día más letreros Se renta/Se vende en Polanco

Parece ya parte del paisaje ver camiones de mudanza en las calles de Polanco.

Es triste ver como aparecen todos los días letreros de se renta y se vende. Quienes tenían un departamento en Polanco para la renta y con ese dinero podían vivir, el caso de muchos adultos mayores, al perder al inquilino empiezan a tener dificultades.

Aún así, se ven muchas obras de demolición y de construcción de edificios. ¡Parece extraño el mercado inmobiliario!

Quienes se dedican profesionalmente a la renta y venta de inmuebles, comentan que han tenido que bajar las rentas de los departamentos o bien llegar a un acuerdo con los inquilinos para dar tiempo a que se recuperen. Subir las rentas, es impensable.

Polanco es la referencia para medir el mercado inmobiliario en la ciudad, al menos eso dicen quienes se dedican a ello. Las cifras que dan son espeluznantes, hablan de la disponibilidad de 4000 unidades nuevas en la V Sección de Polanco.

La pandemia ha tocado todo y lo seguirá tocando, la situación que estamos viviendo es grave.

Reforma

Negocian por virus renta con inquilinos.


Marcos Cazarín
Enfrentan propietarios e inmobiliarias problemas de cobro. Optan arrendadores por dar facilidades de pago o descuento a sus arrendatarios
Marcos Cazarín

Con el cierre de negocios y la caída de la actividad económica se abrió la puerta a las dificultades para pagar el alquiler de inmuebles habitacionales y aumentó la negociación entre arrendadores y arrendatarios para enfrentar este fenómeno.

Así, el mercado del alquiler de vivienda en la Ciudad de México y sus alrededores se vio trastornado desde nivel popular hasta residencial plus y, a más de cuatro meses, los efectos aún están en desarrollo.

La crisis económica por el Covid-19 generó en este sector demora en el cobro de la renta, la imposibilidad de cubrir el alquiler, descuentos o flexibilidad en los pagos, acuerdos para la anulación anticipada de contratos o la imposibilidad de renovar estos.

De acuerdo con especialistas del mercado inmobiliario, la mayoría de los inquilinos resultó afectado, aumentó la oferta de inmuebles, cayó la demanda y esta combinación causó modificaciones variables en los precios para nuevos alquileres, lo que será determinante en los futuros contratos de arrendamiento.

Salvador Sacal Cababie, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), aseguró que los propietarios siempre prefieren renegociar con un buen inquilino que tener un inmueble vacío, por lo que ofrecieron diversos esquemas a los arrendatarios afectados, que fueron casi todos.

«Hubo gente a la que se le tuvo que descontar renta y hubo gente a la que se le tuvo que dar facilidades de pago. Sí pegó (la pandemia) en la parte económica porque no pudieron pagar o no tenían trabajo.

«Fue casi casi 8 de cada 10 quienes tuvieron este problema, muy pocos dijeron ‘te pago al 100 por ciento'», explicó Sacal, quien representa a 50 mil propietarios en la Ciudad de México.

La AMPI aglutina 120 mil contratos de arrendamiento de los 850 mil formales que hay en la Ciudad de México.

«Nos decía la gente ‘no tengo trabajo, no tengo dinero, no tengo, no tengo’, pues les dimos facilidades.

«A quien sí estoy seguro que le van a pedir la desocupación es al inquilino malo que ya llevaba 3 o 4 mes de no pagar antes de la pandemia y que ya no se pudieron presentar ante juzgado la acción de desocupación», agregó Salvador Sacal.

En 2019, los juicios de desocupación representaron apenas el 0.4 por ciento del total. Es decir, no hay lanzamientos masivos, como se ha señalado desde el Congreso local, agregó el experto.

En tanto, Raúl Sandoval, director general de la red inmobiliaria Century21, consideró que la pandemia sí modificó lo precios del mercado a la baja en todos los niveles, pues subió la oferta, pero no la demanda.

«El arrendamiento se incrementó en cuanto a oferta, no así en cuanto a personas buscando nuevas propiedades para rentar. Las rentas y precios bajaron hasta 7 por ciento debido al incremento de la oferta», destacó Sandoval.

De acuerdo con Leonardo González, analista Real State del portal especializado Propiedades.com, la oferta en la vivienda a largo plazo aumentó cerca del 30 por ciento en la CDMX, aunque esto incluye los inmuebles nuevos, los nuevos arrendadores y las casas o departamentos que se han desocupado durante la pandemia.

El especialista agregó que Polanco representa un termómetro del comportamiento del mercado inmobiliario en renta, donde por ahora también hay mayor oferta de inmuebles a niveles atípicos.

«En Polanco Primera Sección, lo que podemos ver es que aproximadamente 34.3 por ciento de todo lo que se ha ofertado en Polanco está activo (disponible) al mes de junio. Esto significa que el Covid-19 ha representado un salto en cuanto a la orientación de la zona en términos de alquiler.

«Si analizamos los sectores más relevantes de la zona, por ejemplo, renta de departamento medio para unidades nuevas en Polanco Quinta Sección, el inventario está prácticamente en su punto máximo alcanzando casi 4 mil unidades de dos habitaciones, dos baños y dos estacionamientos, que es la tenencia que prevalece», indicó el analista de bienes raíces.

Asimismo, el especialista indicó que sí hubo problemas para cubrir la renta, también se han realizado acuerdos particulares en esquema de pagos, descuentos o prórrogas entre inquilinos y arrendatarios, aunque no hay cifras oficiales de estas negociaciones entre particulares.

«El mercado de arrendamiento es mucho menos transparente, por no llamarlo muy poco transparente, con respecto al de venta. Casi todos estos ejercicios de concesiones tienen que ver con negociaciones bilaterales que son privadas y confidenciales», acotó Leonardo González.

 ACUERDOS Y DESENCUENTROS

Arely rentaba un departamento en la Quinta Sección de Polanco y su contrato venció el 31 de marzo, justo en el arranque del confinamiento, pero al ver que las condiciones para renovarlo no le eran convenientes decidió negociar con su casera, quien no le ofreció ninguna oportunidad, descuento o flexibilidad para pasar la cuarentena.

Así que la familia de Arely ocupó el inmueble hasta el 12 de abril a sabiendas de que esto se descontaría del depósito de 28 mil pesos al igual que una parte de los servicios, por lo que esperaba recibir al menos 15 mil pesos.

«Ya cuando se cumplieron los 30 que tenía por contrato para devolvernos el depósito, nos dijo que nada, que habíamos dejado tan dañado el departamento que no nos tocaba nada y que hasta le salíamos debiendo», narró Arely.

En cambio, aunque Iván sí contó con el apoyo de su arrendador con descuentos y facilidades de pago para la renta, tuvo que regresar a su natal Coahuila, tras vivir 11 años en la CDMX, ante la imposibilidad de seguir trabajando y poder cubrir su alquiler de un departamento en la Colonia Del Valle.

«Originalmente, me hicieron un ajuste de sueldo y fue la primera vez que levanté la mano con mi casero porque me complicaba el pago completo y tal cual me hizo un descuento para abril», comentó el joven profesionista.

Sin embargo, en mayo fue recortado en la empresa donde trabajaba y, en acuerdo con su arrendador, canceló de forma anticipada el contrato luego de cuatro años de vivir en dicho inmueble.

«Sí lo estoy viendo como una pausa en donde me conviene no estar pagando renta del tamaño de la CDMX contra lo que puedo estar pagando acá en provincia y tener un poco más de tiempo para no desfalcarme de inmediato», explicó Iván, quien proyecta regresar a la Capital para retomar su carrera, aunque esto podría ser hasta el próximo año.

Como él, cada año llega al Valle de México una oleada de estudiantes que significa un flujo constante de inquilinos. Tan sólo la UNAM informó que en 2018 ingresaron a sus escuelas 810 alumnos foráneos: 300 nacionales y 510 extranjeros, quienes requieren rentar vivienda.

Las complicaciones en el mercado de renta van desde el nivel residencial plus, como en Polanco; o el medio, como en Del Valle, hasta el económico incluso fuera de la CDMX.

Omar trabajaba como cargador en la Central de Abasto y alquilaba un departamento en Valle de Chalco a la familia Miranda por 2 mil 800 pesos para él, su esposa y su niño de 3 años.

En abril, cuando empezó a haber una ola de contagios en la Central de Abasto, Omar se quedó sin trabajo y sus caseros también le otorgaron un descuento de 300 pesos, pese a presentar retrasos en el pago desde antes de la pandemia.

«Cerraron el negocio en el que trabajaba e intentó conseguir un trabajo emergente armando tapabocas. Les hicieron ponerle el resorte a no sé cuántos tapabocas y, al final, los estafaron porque no les pagaron.

«Al final, si consiguieron trabajo, pero se dieron cuenta de que no podrían seguir pagando y les pidieron a unos amigos suyos que les dieran asilo en su casa», contó uno de los caseros.

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