La avaricia del desarrollo urbano

Si alguna vez tiene que comentar sobre el desarrollo urbano, diga que lo que no se debe hacer, es lo que sucedió en el polígono del SAC Granadas.


Un estudio reciente del Instituto Lincoln dedicado al estudio de políticas públicas, señala que no hubo planeación, no hay transparencia en los recursos obtenidos para la mejora de la infraestructura urbana que de hecho no se ha realizado, la zona es más insegura y se han dado procesos de gentrificación.

 
Y eso que no estuvo en el sismo de 2017 donde literalmente la gente no cabía en sus calles, lo que comprueba la nula prevención.


Pero siguen devastando la zona con los cambios de uso de suelo a hotel en Miyana y Antara Fase 2.


Reforma

Reprueba, por opaco, sistema en Granadas

Víctor Juárez
Cd. de México  (03 marzo 2021).- 
En casi seis años, el Sistema de Actuación por Cooperación de la Colonia Granada (SAC Granadas) -instrumento urbano que se aplica en Miguel Hidalgo para desarrollar proyectos de infraestructura, equipamiento y espacio público- ha demostrado dos cosas: su efectividad para el desarrollo inmobiliario y que es un instrumento urbano opaco con dificultades para evaluar su utilidad.

Así lo señala el Instituto Lincoln de Política de Suelo en el estudio «Estatus de una herramienta nueva de captura de valor en la Ciudad», que pone énfasis en la falta de transparencia del primer y más polémico de los SAC, del que recientemente se dio a conocer que los desarrollos beneficiados con polígonos de actuación adeudan más de 142 millones de pesos al fideicomiso.

«El desarrollo inmobiliario en las Granadas explotó. Al menos 23 proyectos residenciales están en marcha, equivalente a uno cada 15 hectáreas. Como resultado, para 2020 se estiman 12 mil nuevos residentes. El instrumento tuvo éxito en cultivar mayor densidad residencial, pero no ha resultado en valor agregado para el público», señala el estudio.

El análisis indica que los contras son señales de inversión pública inadecuada, infraestructura hidráulica deficiente, que causa inundaciones, y al crecimiento de la criminalidad, en particular, de robos.

«El proceso del SAC carece de transparencia y rendición de cuentas, abriendo la puerta a la corrupción y al tráfico de influencias. Las especificidades de sus procesos y métodos no se han hecho públicos o establecidos en la ley», señala el documento.

El SAC Granadas entró en vigor el 29 de abril de 2015, abarca 363 hectáreas e impacta en 12 colonias de Miguel Hidalgo.

El estudio agrega que el éxito de los Sistemas de Actuación por Cooperación se ve afectado por cuatro barreras principales: poca comprensión del proceso de planeación, desplazamiento de habitantes de menores ingresos, la poca coordinación y eficiencia de entidades públicas y la «secuencia» de la urbanización local.

El investigador David Leipziger refiere a estos retos como obstáculos que impiden que el SAC saque lo mejor del potencial urbano local y así evitar que éste se convierta en una segunda versión del Bando Dos, durante el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que aceleró la urbanización en la periferia.

«Las nuevas unidades residenciales proveen a residentes de mayor riqueza, lo que hace difícil la preservación de vivienda asequible (…) La Ciudad de México debe explorar cómo los fondos privados de proyectos del SAC pueden utilizarse para cerrar las brechas financieras de proyectos de vivienda pública», se lee en el estudio.

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