Por estas acciones es por lo que los vecinos nos oponemos a las actividades del Teatro Ángela Peralta. Un Festival de Jazz puede ser eso, un Festival en donde la gente va a escuchar música y que tratará de molestar lo menos a los vecinos y todo mundo feliz para su casa.
Sin embargo, se presta para muchas otras cosas más, nada más juzgue usted la redacción del diario Reforma:Como se trata de Polanco, algunas amenidades diferencian éste de otros festivales: a un lado del food truck de helados hay quien sirve copas de vino a 60 pesos, chapatas o vasos de clericot. Incluso toda un ala del recinto está acordonada para un bar improvisado.
Así es un BAR IMPROVISADO, Alcalde ¿qué tiene que decir a esto?
Reforma
Tocan jazz motivados
Víctor Juárez
Cd. de México (07 abril 2019).- Eddie Schwarz no se despega de los controles.
De vez en cuando baja los escalones hacia el cordón de los asientos VIP y saluda, pero inevitablemente regresa a la carpa de las mezcladoras y, si lo hace en el compás correcto, alza los brazos como director de orquesta o mueve el trasero.
El productor da instruccionesindica lugares vacíos a los recién llegados y mide los tiempos de cada ‘track’ para saber a qué hora hay que inaugurar el festival, pero ante todo, disfruta la música que ahora interpretan los veracruzanos de Jazz House Colective.
También los músicos parecen disfrutar las piezas que interpretan: no es solo que el día parezca propicio, también pueden confiar en que ellos podrán escuchar el sonido de sus instrumentos tan bien como lo puedan escuchar los espectadores.
«Ya vinieron en febrero (los músicos) y salieron muy contentos», señala Schwarz, luego de hacer una inauguración de pocas palabras con tal de que la música continúe. Ahora, lo hará con Jazz de Polanco Orchestra & Friends.
Se trata del Festival de Jazz de Polanco, acompañado al de Flores y Jardines (FYJA).
Por segunda ocasión en lo que va del año, al festival le toca aprovechar el recién remodelado Teatro Ángela Peralta, cuya «peineta» o «plafón técnico» mejoró la acústica.
La peineta, como si fuera una ilusión óptica de tercera dimensión, hace que la concha parezca aún más grande de lo que es, pero ante todo evita que los rebotes de un baquetazo desconcentre al resto de los músicos.
«Suena mucho mejor. Ya funciona como un teatro como el Hollywood Bowl», indica.
Como se trata de Polanco, algunas amenidades diferencian éste de otros festivales: a un lado del food truck de helados hay quien sirve copas de vino a 60 pesos, chapatas o vasos de clericot. Incluso toda un ala del recinto está acordonada para un bar improvisado.
El Teatro fue motivo de controversia con vecinos, entre la Administración anterior y la presente, incluido un conflicto con la Secretaría de Cultura federal por el uso de recursos, pero para el Alcalde de Miguel Hidalgo, Víctor Romo, todo eso es cosa del pasado.
«Ya está prácticamente en su totalidad. La anterior Administración género observaciones de la Secretaría de Cultura, pero no soy amante de pleito, al revés, me comuniqué con la ex Delegada, quedamos de ir a Cultura», señala el funcionario.
Hay parejas haciendo picnic, escuchadores profesionales en completo silencio, niños bailando jazz como Dios les da a entender.
