Cd. de México  (03 enero 2019).- Pese a ser el segundo tema más reportado en la Ciudad de México, el ruido ha sido minimizado, señalaron expertos, quienes plantearon adecuar la legislación sobre el tema.

«Tendría que estar incorporado el derecho al silencio y el derecho al descanso como un derecho legítimo de cualquier ser humano y no está ni en la Constitución de la Ciudad de México ni en nada», dijo.

Las principales sanciones, indicó de Gortari, deberían ser económicas, de concientización, capacitación, revisiones periódicas y vinculación con la sociedad.

Actualmente, la CDMX es la octava ciudad con más ruido en el mundo, destacó la experta. Pese a ello, las sanciones por quejas no rebasan ni el dos por ciento de los casos reportados.

En la Capital se considera una falta producir o causar ruidos por cualquier medio, que notoriamente atente contra la tranquilidad o represente un posible riesgo a la salud de los vecinos.

También se puede iniciar una denuncia ante la Secretaría de Seguridad Ciudadana por ruidos que provengan desde vecinos hasta vendedores ambulantes.

La Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) registró, desde 2002, 7 mil 540 reportes por ruido en antros, obras, aviones, tráfico y comercios.

Las denuncias ciudadanas ante la PAOT representan el segundo tema más reportado, con un 19.94 por ciento hasta 2018, sólo después de las quejas por violaciones de uso de suelo urbano.

De Gortari añadió que en la CDMX no hay siquiera un mapa de ruido oficial, ni parámetros de vialidades y afectaciones por zonas. Asimismo, solicitó, por lo menos, una aplicación para tener una respuesta expedita de autoridades, principalmente en áreas de hospitales, educación y vivienda.

REFORMA publicó que bares y antros convirtieron Madero en un corredor peatonal estridente; con apoyo de un decibelímetro digital, se comprobó que los establecimientos emiten hasta 61 por ciento más ruido de lo permitido.

«Hemos detectado que en algunos se hace el operativo o se les llama la atención a los habitantes, le bajan mientras se hace la revisión y como no hay más castigo, vuelven a hacer el ruido en cuanto se van los inspectores», señaló Cancino.